SOCIEDAD

Nahir Galarza confesó que está embarazada: anoche sufrió una pérdida

Así lo indicó a AHORA la propia interna, que se encuentra alojada en la Unidad Penal Nº 6 Concepción Arenal -la cárcel de mujeres de Paraná-, cumpliendo una condena a prisión perpetua en segunda instancia por el crimen de Fernando Pastorizzo, ocurrido en Gualeguaychú el 29 de diciembre de 2017.Estoy embarazada de cinco meses. Lo oculté por miedo, porque quiero cuidar a mi bebé.

Es la segunda vez que Galarza tiene pérdidas, pero en esta oportunidad el dolor y el caudal de sangre fueron tales, que decidió revelar su estado «por miedo», según sus propias palabras. Todo este tiempo había decidido ocultarlo, incluso mientras debió estar recluida por algunos días en una celda de aislamiento como castigo por haber subido fotos a Facebook el 23 de septiembre.

AHORA pudo saber que uno de los principales temores de Nahir es que si las autoridades de la UP6 se enteraban de su embarazo, decidieran enviarla al Pabellón de Madres, ya que cuando cruza por allí, las presas la agreden y amenazan.

«Lo oculté por miedo, porque quiero cuidar a mi bebé», dijo en diálogo con el periodista Elías Moreira Aliendro la noche de este jueves. Y afirmó que desconoce quién es el padre.

Por su parte, el abogado José Ostolaza confirmó que este viernes a las 7 de la mañana presentó «al Superior Tribunal de Justicia un pedido de atención médica urgente para Nahir», según informó a AHORA.

LA PALABRA DE NAHIR GALARZA
–Estoy embarazada. De cinco meses.

–¿Y todavía no te has hecho ningún estudio?

–No, no he podido.

–¿Por qué?

–Porque la idea era ocultarlo lo que más pudiera. Lo preferí así porque era lo más seguro. Tenía miedo.

–¿Miedo de qué?

–Hasta ahora estaba tranquila y me sentía segura porque la única que lo sabía era yo y tenía cómo cuidarlo. Pero hace un rato tuve una pérdida y esta vez es un montón, por eso tengo miedo. Ahora estoy mejor y ya no me duele, pero no sé qué me van a decir los médicos. Mis abogados están presentando un escrito para que me atiendan.

–¿Y nadie más sabe ahí adentro, nadie te ayuda?

–Sole (Yanina Soledad Lescano, su compañera de celda). Que ella sepa me genera confianza. Me ayuda porque yo no tengo ni idea y ella es mamá, y como mamá me contiene y me da consejos, me hace sentir bien. Se lo dije porque me generaba tranquilidad que ella, que está acá conmigo, lo supiera. Y en realidad mi idea era seguir esperando y aguantar lo que más pudiera, más que nada por este miedo, pero ahora no me quedó otra. Supongo que va a ser un escándalo cuando se entere todo el mundo, con sus críticas y sus opiniones; también quería evitar eso.

–No va a ser la primera vez que se hable de vos.

–Pero ahora es diferente, porque antes me criticaban o me decían cosas a mí, pero ahora hay una persona más. Me da lo mismo que me critiquen o que opinen sobre mí porque ya estoy acostumbrada; en cambio, ahora tener a alguien más a quien cuidar es lo diferente, lo que me da miedo. Es por eso que lo oculté, no porque yo quisiera, más que nada por esa cuestión de miedo, de querer cuidarlo.

–Hablás en masculino: ¿sabés el sexo del bebé?

–No, no lo sé porque no he ido al médico.

–¿Y cómo te enteraste de que estabas embarazada?

–Me di cuenta, a los dos meses.

–¿Porque te dejó de venir el período?

–Sí.

–¿Se trató de una relación sexual ahí, adentro de la cárcel?

–Que seamos internas no quiere decir que no tengamos relaciones.

–Claro, pero ¿fue en el marco de una visita higiénica?

–Sí.

–¿Se puede saber quién es el padre?

–Si te digo la verdad, no sé. No lo puedo confirmar porque no estoy segura.

–Es decir que aparte de Matías Caudana, tuviste relaciones con otras personas.

–Sí, no es la única persona con la que me ví. Con Matías tuve una relación de amistad, pero fue a principio de año y después ya no me ví más y no supe más nada. Tengo otros amigos, compañeros, gente nueva que he conocido.

–¿Y cómo se hace para conocer otras personas en tu situación de interna?

–He conocido gente en la facultad, o gente que me ha llamado, con la que pegué onda, o conocidos de mis compañeras…

–Está bien. Y con este nueva situación que estás atravesando, ¿sentís que cambió algo en vos, en tu manera de pensar?

–Sí, yo creo que sí. Cambió todo. Ahora ya no tengo que pensar en mí sola, esto me generó un montón de cambios.

–¿Te arrepentís de algo?

–Sí, obvio. Porque imaginate lo difícil que va a ser estar acá con un bebé. Me arrepiento de haber hecho lo que hice.

–Y entonces, ¿te surge la necesidad de pedir disculpas?

–Ya lo hice. Yo sé que todo el mundo me sigue juzgando por lo que hice y obviamente que yo estoy arrepentida de algo que para mí es horrible. Y no es que quiera justificar nada, pero lo que pasa es que nunca se me escuchó a mí, nunca se supo la historia. Solamente se supo el hecho, que te juro y soy muy sincera, estoy arrepentida. Pero a lo que voy, es que siempre se me juzgó sin prestar atención a todo el contexto de lo que pasó.

–¿Vos me querés decir que te sentís una víctima, que hubo una situación que te llevó a hacer lo que hiciste?

–Yo creo que sí.

–¿Confiás en la Justicia?

–Sí, supongo que en algún momento alguien me va a escuchar.

–Cuando te vas a dormir, por ejemplo, ¿en qué pensás, qué cosas te mantienen intranquila?

–Además de lo que estoy viviendo en este momento, siempre te acordás del pasado. Esas son cosas que nunca se te van a borrar de la cabeza.

–¿Y sobre tu hijo o hija?

–Que deseo que pueda vivir fuera de este lugar, que sea feliz, que nunca tenga que pasar por nada de lo que yo viví.

–¿Sabés cuándo va a nacer; ya pensaste en cómo va a ser la crianza, si te van a ayudar tus padres?

–En enero más o menos. Es difícil la situación, no sé. Las internas se quedan acá con el bebé.

–¿Y vos pensás hacer lo mismo?

–No sé, voy a ver lo que me digan mis abogados.

–¿Y qué va a pasar ahora con vos?

–Si es posible, yo lo que más quiero es quedarme donde estoy (en el Pabellón de Seguridad) porque estoy bien acá, contenida. Tengo miedo de que me lleven a otro lado, por eso también no lo contaba.

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