«Vecinos preocupados por proliferación de murciélagos»
La proliferación de murciélagos (más allá de que son inofensivos) está generando preocupación de varios vecinos que habitan en el Barrio 144 Viviendas de Concepción del Uruguay.
En los últimos días los habitantes de esta sector de la ciudad, ven con temor el incremento el número de estos mamíferos voladores, que según dicen, se ocultan en los frondosos árboles que están sobre calle 14 de Julio antes de llegar al bulevar 12 de Octubre, incluso en lugares oscuros del complejo habitacional, sobre los techos de pisos superiores.
“Es muy complicado para nosotros. No podemos abrir las ventanas por la noche ya que se meten a los departamentos. La otra noche salimos a aplaudir a las 21 horas por los médicos y se nos metieron estos bichos en la casa. Flor de susto nos llevamos. No sabemos que hacer o a quien recurrir, por eso pedimos que alguien se haga eco de esta situación y nos dé una mano”, señaló una de la vecinas.
Sin dudas esto genera preocupación en los vecinos, sobre todo en estas épocas donde el Covid-19 azota al mundo y más allá de que se pueda actuar en consecuencia para erradicar estos animalitos, es importante llevar tranquilidad y que la gente conozca más sobre la naturaleza de estos mamíferos voladores de la noche y la importancia para la vida en el mundo.
Los murciélagos y el estigma que llevan sobre sus alas
Pese a todos los beneficios que brindan los murciélagos al planeta, estos tienen que cargar con injustos estigmas y creencias, a los cuales ahora se suma el que se les mire como causantes de la pandemia del COVID-19.
Los murciélagos, señalan científicos, no son los culpables de la pandemia. El tráfico de vida silvestre y la degradación de ecosistemas contribuyen a incrementar la posibilidad de que los humanos entren en contacto con virus presentes en diversas especies animales.
En el norte de Perú, los pobladores de Culden, Cajamarca, escucharon que el virus que provoca la enfermedad conocida como COVID-19, y que ha puesto al mundo de cabeza, se originó en los murciélagos. Por ello, cuando descubrieron una colonia de estos mamíferos voladores cerca a su localidad decidieron atacarla con antorchas. Personal del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (SERFOR) llegó al lugar cuando aún no se concretaba la matanza; lograron rescatar alrededor de 200 murciélagos del género Myotis. Para ponerlos a salvo, los llevaron a una cueva alejada del poblado.
Un par de días después del ataque, el SERFOR se vio obligado a revivir una de sus campañas de protección de murciélagos, para difundir todos los beneficios que otorgan al ser humano y así tratar de prevenir actos en su contra.
Los murciélagos siempre han tenido que lidiar con ideas equivocadas que se difunden sobre ellos, con historias populares que han llevado al incendio de sus cuevas, a que se les mate o que, incluso, se les atrape para utilizarlos en supuestos remedios contra enfermedades.
Los funcionarios del SERFOR no han sido los únicos que en estos días han insistido en la importancia de conservar a estos animales. Los científicos también han tenido que salir a defender el prestigio de los murciélagos. Sobre todo, después de que se difundió que la enfermedad COVID-19 es provocada por un coronavirus similar a los que se encuentran en estos mamíferos.
“Eso exacerbó los ánimos negativos en contra de los murciélagos. Y no hay nada más injusto que eso. Los murciélagos no tienen la culpa. Al contrario, cada día nos dan grandes beneficios que no les reconocemos”, resalta Rodrigo Medellín, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM y fundador del Programa para la Conservación de los Murciélagos en México.
Las poco más de 1400 especies de murciélagos tienen un papel clave para los ecosistemas y la biodiversidad del planeta: son importantes polinizadores, dispersores de semillas y controladores de plagas de insectos. Además, tienen otra característica interesante: cuentan con un sistema inmunológico que les permite resistir a muchos virus.
Murciélagos y coronavirus
Los primeros casos de COVID-19 se registraron a finales de 2019, alrededor de un mercado de mariscos, donde también se vendían animales silvestres —tanto vivos como muertos—, en la ciudad de Wuhan. “Esos mercados son un caldo de cultivo para brotes de este tipo”, señala el investigador Rodrigo Medellín.
Hasta ahora todo apunta a que el virus SARS-CoV-2 —causante de la enfermedad que ya se conoce como COVID-19— pudo haber tenido su origen en alguna de las especies animales que se comercializaban en ese mercado.
El 17 de marzo investigadores de universidades de Estados Unidos, el Reino Unido y Australia publicaron un artículo en la revista Nature, en el que muestran que el SARS-CoV-2 tiene mucha similitud con virus presentes en los murciélagos y en los pangolines.
Sin embargo, advirtieron que aún no se podía determinar con precisión si el SARS-CoV-2 se originó en un animal que funcionó como huésped intermedio, antes de pasar a los humanos o si fue a través de una selección natural, después de una transferencia zoonótica (pasar de animal a humano).
No es la primera vez que los murciélagos salen a relucir cuando se habla de un virus que afecta a los humanos.
Para entender por qué es así, primero hay que recordar que los virus son, incluso, más abundantes que las bacterias. “Se estima que pueden existir millones de familias de virus”, explica el doctor Gerardo Suzán, investigador del Laboratorio de Ecología de Enfermedades de la UNAM, quien también resalta que los virus han contribuido a la evolución de las especies y que buena parte de ellos no causan ninguna enfermedad.
“Los virus se han estudiado muy poco. Muchas veces se miran como los enemigos, pero en realidad son parte integral de los seres vivos”, explica la doctora Selene Zárate, miembro de la Sociedad Mexicana de Virología.
El virus causante del COVID-19 pertenece a la familia de los coronavirus, la cual agrupa a por lo menos 40 diferentes tipos de virus. Rodrigo Medellín señala que, de acuerdo con algunos estudios, los coronavirus pudieron tener su origen evolutivo en los murciélagos.
Incluso, en algunas especies de murciélagos “se han encontrado hasta 20 diferentes tipos de coronavirus”, señala el doctor Gerardo Suzán.
El hecho de que se haya encontrado una variedad de coronavirus relacionados con el SARS-CoV-2 en murciélagos y pangolines, no los coloca como los culpables de desatar la pandemia que hoy vive el mundo, coinciden los especialistas. “El enemigo no es el murciélago ni los virus —remarca el doctor Gerardo Suzán—, es la falta de estrategias para tener una mejor relación con la naturaleza”.