Condenaron a un ciudadano chino que intentó sobornar a gendarmes en ruta 14
El incidente tuvo lugar en marzo de 2019 en el control situado en el kilómetro 240 de la Ruta Nacional 14, en Colonia Yeruá. Durante una verificación, se detuvo un autobús que había partido de Monte Caseros, en Corrientes, con destino a Gualeguaychú. Se descubrió que un pasajero transportaba entre sus piernas una mochila con una considerable suma de dinero en pesos, dólares y euros.
El individuo fue exonerado de la acusación de Lavado de activos de origen ilícito.
El juez Sebastián Gallino, del Tribunal Oral Federal de Concepción del Uruguay, decidió “no aceptar las solicitudes de nulidad relacionadas con el procedimiento, la requisa y la detención, así como la nulidad de todas las actuaciones, argumentando que el imputado fue notificado de las disposiciones del artículo 36.1 de la Convención de Viena en español, sin intérprete presente”. Así, absolvió a FW “del delito de Lavado de Activos de Origen Ilícito, por el cual se solicitó la elevación a juicio”.
El juez también negó el decomiso solicitado por la Fiscalía General y condenó al ciudadano de origen chino, residente en San Benito, Departamento Paraná, “como autor penalmente responsable del delito de Cohecho activo, imponiéndole una pena de un año y seis meses de prisión de ejecución condicional, una multa de 50.000 pesos y costas”. Además, le estableció reglas de conducta por dos años.
Gallino ordenó la devolución del dinero en pesos y la moneda extranjera confiscados durante la operación realizada el 4 de marzo de 2019, indicando que “debe demostrarse que la tenencia de 2.235.000 pesos, 69.400 dólares y 1.700 euros ha sido declarada y regularizada ante la AFIP, a la que se informará de la resolución”. En este contexto, también solicitó que “dado que no se encontró constancia de depósito en el Banco de la Nación Argentina de los 1.700 euros incautados, se requiera al Juzgado Federal local que informe a este Tribunal sobre su destino”.
En relación a la acusación de lavado de activos, Gallino comentó que “la cantidad de dinero que FW trasladaba es significativa y el modo en que lo transportaba, en una mochila durante un viaje en autobús, resulta al menos sospechoso”. Añadió que “el imputado no proporcionó información clara sobre el origen de los fondos, limitándose a afirmar que provenían de la explotación de un campo de pollos en Bolivia. Sin embargo, los ingresos declarados desde ese país son considerablemente mayores a la suma secuestrada”.
El juez concluyó que “el análisis de las pruebas recolectadas no supera el umbral del principio de inocencia que protege al imputado FW. No se observa un aumento injustificado de su patrimonio a partir del secuestro, y cualquier incremento patrimonial se habría producido años antes, relacionado con la entrada de moneda extranjera al país, aunque esto no fue objeto de investigación”.
Gallino enfatizó que “es indiscutible que se confiscó a FW un total de 2.235.000 pesos, 69.400 dólares y 1.700 euros durante el procedimiento del 4 de marzo de 2019 a las 11.30, llevado a cabo por personal de Gendarmería Nacional Argentina en un control vehicular en el kilómetro 240 de la Ruta Nacional 14, Colonia Yeruá, provincia de Entre Ríos”.
El juez también destacó que “FW transportaba el efectivo en fajos dentro de una mochila entre sus piernas, mientras ocupaba el asiento N° 38 del autobús de la empresa Nuevo Expreso, que viajaba desde Monte Caseros, Corrientes, hacia Gualeguaychú, Entre Ríos”.
Al considerar si se ha demostrado con certeza que el dinero incautado proviene de actividades ilícitas, el juez aclaró que “poseer y trasladar una cantidad significativa de moneda, aunque puede ser un indicio de lavado, no constituye una prueba concluyente de su origen ilícito”.
Además, observó que “no se solicitó a la AFIP información sobre el dinero secuestrado, lo que deja en la incertidumbre la posibilidad de evasión fiscal”. También mencionó que “FW ha sido sobreseído por hechos similares”.
Finalmente, el juez tomó una postura diferente respecto de la acusación de Cohecho, afirmando que “hay pruebas suficientes de que FW ofreció a los gendarmes, durante el conteo del dinero, la suma de 10.000 pesos”. Un testigo declaró que el acusado dijo “toma diez mil, toma diez mil, yo después traigo los papeles”, señalando que aunque su dominio del castellano no era fluido, comprendía que ofrecía dinero. Gallino concluyó que “hay tres testigos directos del ofrecimiento: dos gendarmes y un testigo civil”.
Créditos: Genesis24